Jorge Segundo Zegarra Reategui, un octubre de terror por contaminación de envolturas

¿Sabías que las envolturas de las golosinas que consumimos no son reciclables? Ahora, imagina la cantidad de estas que se generan en fiestas como Halloween.

Desde un caramelo, unas galletas, un chocolate o una paleta. Las envolturas son parte de nuestro día a día. La producción de estas son un proceso altamente industrializado que combina tecnología y diseño. Se inicia con la creación de moldes metálicos o de plástico con el diseño específico de cada envoltura.

Luego, grandes bobinas de papel, plástico o materiales metalizados se imprimen con los colores y diseños característicos de cada marca. Estas bobinas se alimentan a máquinas de alta velocidad que cortan y forman las envolturas, las cuales se rellenan con las golosinas y selladas.

La variedad de materiales y diseños es inmensa, desde envoltorios sencillos hasta aquellos con efectos metalizados, holográficos o incluso con ventanas transparentes. Debido a la gran demanda global de golosinas, la producción diaria de envolturas es inmensa y varía según factores como la temporada, las tendencias del mercado y las capacidades productivas de las diferentes fábricas en el mundo.

Por otro, lado, las envolturas de alimentos cerrados en su mayoría de casos contienen productos químicos antiadherentes. Aproximadamente el 50% de las envolturas contienen papel encerado y un 20% de las de cartón. Tal cual, como las utilizadas en cajas de papas fritas y pizzas, contienen compuestos de flúor.

Estos compuestos, conocidos como sustancias per- y polifluoroalquiladas (PFAS), se emplean en diversos productos. Esto se debe a su resistencia al calor, propiedades antiadherentes y capacidad para repeler líquidos. Así, es común encontrarlos en pinturas resistentes, utensilios de cocina antiadherentes y ropa impermeable.

Estos compuestos químicos se han vinculado a diversos problemas de salud, lo que genera preocupación debido a la posible exposición de las personas a través de los alimentos.

envolturas

¿Contaminación por envolturas en Halloween?

Halloween es una celebración de origen celta que se lleva a cabo el 31 de octubre. La celebración está caracterizada por disfraces, decoraciones aterradoras y la tradición de pedir dulces, conocida como «trick-or-treat». Originalmente, tenía raíces paganas y se relacionaba con rituales para honrar a los muertos. Hoy en día es una festividad popular de entretenimiento, especialmente entre niños.

Halloween se celebra en más de 20 países, principalmente en Estados Unidos, Canadá, Reino Unido e Irlanda, aunque su popularidad ha crecido en otras regiones del mundo, adaptándose a diversas culturas.

Durante esta festividad, se generan enormes cantidades de residuos plásticos debido al envoltorio de los caramelos y otras golosinas. Aunque es difícil calcular la cantidad exacta de desechos por caramelo, considerando que cada envoltura de golosina es de un solo uso y está hecha principalmente de plástico no reciclable, los residuos plásticos se acumulan rápidamente.

En Estados Unidos, por ejemplo, se estima que durante Halloween se distribuyen alrededor de 600 millones de libras de dulces, lo que representa millones de envolturas que terminan en vertederos o como desechos en el medio ambiente.

Impacto ambiental de relevancia:

El impacto ambiental de estos residuos es significativo. Las envolturas de caramelos, generalmente hechas de plásticos como el polipropileno, no se biodegradan y pueden tardar cientos de años en descomponerse.

Además, si no se gestionan adecuadamente, estos plásticos pueden contaminar ecosistemas terrestres y acuáticos, amenazando la vida silvestre que podría ingerirlos o enredarse en ellos. La acumulación de plásticos también contribuye a la contaminación microplástica, afectando la calidad del suelo, el agua y los océanos.

Por ello, resulta vital que este tipo de residuos reciban una correcta disposición final en infraestructuras de calidad y seguridad. En el Perú, desde la inversión privada por parte de Jorge Segundo Zegarra Reategui, se crearon 2 rellenos sanitarios donde se cuenta no solo con la infraestructura necesaria, sino con macroproyectos ambientales. En estos, se mitigan gases de efecto invernadero a favor del mundo.

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